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¿Cómo lo hicieron posible?

Una historia de trabajo conjunto del Gobierno y la iniciativa privada

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Con la llegada de la pandemia del COVID-19, la Expo Dubái 2020 se reprogramó para llevarse a cabo de octubre de 2021 a marzo de 2022.

 

México, por las condiciones económicas del país y la crisis sanitaria, decidió, a inicios de 2020, no participar en la exposición. Sin embargo a través de la CONCAMIN, la SRE recibió una solicitud a fin de que, de manera conjunta, se estableciera una estrategia que garantizara la asistencia de México en Dubái. De esta manera se evitó romper la presencia consecutiva que México ha tenido en estos eventos de importante repercusión social, cultural y científica en el mundo.

 

Sin recursos presupuestales destinados para el efecto, pero con una gran disposición de los empresarios mexicanos y de diversas instituciones del gobierno de los tres niveles, nuestro país confirmó su participación en junio de 2021. Lo que implicó trabajar a marchas forzadas y con determinación para alcanzar un objetivo común en beneficio de las y los mexicanos.

Para hacer posible la renta, operación y mantenimiento del Pabellón de México, se crearon los mecanismos jurídicos que permitieran recaudar los recursos necesarios y, a través de un fideicomiso, se pudieran hacer las erogaciones para el cumplimiento de los fines.

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Instituciones como BANOBRAS aportaron experiencia y recursos para consolidar la participación de nuestro país, a la que se sumaron diversos gobiernos estatales y, por supuesto, la iniciativa privada.

 

La CONCAMIN conjuntó y propuso a la SRE un equipo de profesionales con experiencia en las áreas de trabajo de la exposición: negocio, cultura e innovación; estos perfiles serían fundamentales para la exitosa administración y coordinación del pabellón. Dichos profesionales, en compañía de un grupo de mexicanas y mexicanos comprometidos con su país y con la imagen de México ante el mundo, trabajarían y operarían en el pabellón durante seis meses y a 14 mil kilómetros de su hogar.

 

De esta manera México ha logrado no solo estar en Dubái, sino que ha dado mucho de qué hablar por su capacidad de comunicar y transmitir, a través de la cultura, las enormes áreas de oportunidad que significa establecer lazos con México.

 

Tanto es así que, como lo ha expresado Martha Jaramillo, comisaria encargada del Pabellón, proyectos como el Tren Maya y el Transísmico han generado gran interés en países como Arabia Saudí. Porque si bien la agenda cultural mexicana ha acaparado los reflectores, el Centro de Negocios del Pabellón ha preparado misiones estratégicas en el área de turismo, promoción de pueblos mágicos y productos de denominación de origen, obedeciendo a la lógica comercial y a la ley de vida: “Cosechar aquello que sembraste”. 

“Tejiendo Vidas”, nombre del Pabellón de México y apropiación del eslogan de la expo, “Conectando Mentes, Creando el futuro”, se ha convertido en un referente en la Expo Dubái, dado que sin lazos fuertes entre personas, instituciones y países, como lo ha demostrado en este proyecto el gobierno y la iniciativa privada, los vínculos comerciales y culturales no penden de un hilo, sino de muchos. Porque tejer no es solo unir…, es trabajar, crear, fortalecer y estrechar.

Gracias a la sinergía, México está en Dubái estrechando y tejiendo relaciones con 192 países.

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